lunes, 19 de noviembre de 2007

CONOCIMIENTO E INORMACIÓN

Ya es un lugar común afirmar que estamos viviendo un profundo proceso de transformación social, que modifica tanto los modos de producción como las relaciones sociales, la organización política y las pautas culturales.
La socialización de las nuevas generaciones están sujetos a la imposición de variados valores y tendencias, como es el caso del eclecticismo acrítico y amoral, a partir del cual nace una ideología social la cual destaca que toda acción es válida en cuanto al logro de los objetivos de la rentabilidad personal, grupal y nacional, donde todo carece de un “valor intrínseco”, pues todo es tomado como un valor de cambio…”todo puede convertirse en mercancía” restándole valor a cuanto nos rodea, pues desde el poder hasta nuestros valores pueden ser cambiados por cosas tan banales como el dinero u otras mercancías. Otro factor que incide en la socialización es la individualización, pues en la actualidad es posible concluir que en la sociedad neoliberal se fomenta la individualización como separación, diferenciación y competitividad, no como promoción de la identidad individual, basada en la independencia intelectual, en otras palabras este individualismo se promueve como aislamiento y enfrentamiento competitivo; sin embargo esta socialización no le resta importancia al papel central que tienen el conocimiento y la información, aunque actualmente bajo el punto de vista de la socialización, las nuevas tecnologías, particularmente la televisión, son satanizadas y percibidas como una amenaza a la democracia y a la formación de las nuevas generaciones, desde el punto de vista del proceso de aprendizaje son percibidas utópicamente como la solución a todos los problemas de calidad y cobertura de la educación, pero… ¿Realmente se alcanza la calidad de educación esperada?, pues el acceso a la información en la actualidad no está equitativamente repartido, como tampoco lo está el acceso igualitario a la capacidad intelectual para interpretar dicha información, puesto que hay un riesgo de trivialización acumulativa que conlleva a la sobreinformación, la cual no conduce a un enriquecimiento de los criterios personales de análisis y toma de decisiones, ni a la información de cultura sino a la confusión, pues corresponde a la saturación de información fragmentada.
Por ello debemos procurar que la enseñanza educativa se entienda como un proceso con la intencionalidad de enriquecer las formas de pensar, sentir y actuar de nuestros estudiantes.Es preciso establecer puentes que pongan en comunicación la cultura de cada sujeto y la cultura de la comunidad, de modo que se puedan establecer similitudes entre ambos contextos.
Tarea fácil no es, pero es importante abordarla, porque en esta sociedad actual en la que la cultura ya no pasa por la escuela, debemos tener muy claro el individuo que queremos formar, pues de él surgirá el tipo de sociedad en la que estaremos inmersos y no perder nunca de vista el reto de “educar en la igualdad”.


1 comentario:

Profesora dijo...

Estimada Julia

Buen comentario.

Tu nota es: 83